Estudio halla que el ejercicio es siempre bueno, pero al combinar dos técnicas se consiguen mejores resultados
(Fuentes: Ronald J. Sigal, M.D., associate professor, medicine and cardiac sciences, University of Calgary, Alberta, Canada; Cathy Nonas, R.D., director, physical activity and nutrition, New York City Department of Health and Mental Hygiene, and certified diabetes educator; Sept. 18, 2007, Annals of Internal Medicine)
Un estudio del año pasado halla que la mayoría de las personas sabe que el ejercicio puede ayudar a combatir la diabetes tipo 2, pero un tipo de régimen de acondicionamiento físico podría ser el más efectivo.
Específicamente, las sesiones de ejercicio que combinan el ejercicio aeróbico y el entrenamiento de resistencia parecen mejores para controlar el azúcar en la sangre que cualquiera de los tipos de actividad por sí solo, apuntan los investigadores.
El hallazgo es novedoso porque "la mayoría de los otros estudios han analizado sólo un tipo de ejercicio, ya sea el aeróbico o de resistencia", anotó el investigador principal, el Dr. Ronald J. Sigal, profesor asociado de medicina y ciencias cardiacas en la Universidad de Calgary en Alberta, Canadá.
El estudio aparece en la edición del 18 de septiembre del 2007 de Archives of Internal Medicine.
Como parte de su investigación, el equipo de Sigal evalúo a 251 adultos entre los 39 y 70 años, todos con diabetes tipo 2 y que no hacían ejercicio regular al momento del comienzo del estudio.
Los participantes fueron asignados a uno de cuatro grupos: los que hacían 45 minutos de entrenamiento aeróbico tres veces a la semana, los que hacían 45 minutos de entrenamiento de resistencia (o sea, pesas) tres veces a la semana, los que hacían 45 minutos de ambos tipos de ejercicio tres veces a la semana, y los que no hacían ejercicio en absoluto.
El grupo de aeróbicos se entrenaba en una caminadora o bicicleta en el gimnasio; a todos se les dio membrecías. El grupo de resistencia se entrenaba también en el gimnasio, con sus respectivas membrecías, y hacían siete tipos de ejercicios diferentes en las máquinas de peso.
El equipo de Sigal evaluó los cambios en los valores de A1c, una medida que refleja las concentraciones de azúcar en la sangre en los dos o tres meses previos. La A1c se expresa como un porcentaje. Un descenso de 1.0 por ciento en el valor de la A1c podría ser asociado a una disminución en el riesgo de ataque cardiaco o accidente cerebrovascular de 15 a 20 por ciento, explicaron los investigadores, y en una reducción de 25 a 40 por ciento en el riesgo de complicaciones relacionadas con la diabetes, tales como enfermedad ocular o renal.
Tal como se esperaba, el control del azúcar en la sangre mejoró en todos los grupos de ejercicio. Entre los que hacían ejercicios aeróbicos o de resistencia, el valor de la A1c se redujo en cerca de 0.5 por ciento en comparación con los que no se ejercitaban. Los que hacían ambos tipos de ejercicio habían duplicado ese nivel de éxito, con un descenso en el valor de la A1c de 0.97 por ciento en comparación con el grupo que no se ejercitaba. Los que no hicieron ejercicios no experimentaron cambios en sus valores de A1c a lo largo de las 26 semanas del estudio.
El mensaje final: "Existe un beneficio adicional al hacer tanto ejercicios de resistencia como aeróbicos", de acuerdo Sigal.
Destacó que el descenso de cerca de uno por ciento en el valor de A1c del estudio "se traduce en una reducción de 15 a 20 por ciento en el riesgo de ataque cardiaco o accidente cerebrovascular y de 25 a 40 por ciento en el riesgo de otras complicaciones, como la retinopatía", un problema ocular relacionado con la diabetes.
¿De qué manera combate la actividad física la diabetes tipo 2, la forma más común de la enfermedad asociada a la obesidad? De acuerdo con Sigal, "el ejercicio reduce la resistencia a la insulina. Hace que el transporte de glucosa [azúcar en sangre] sea más eficiente".
Otro experto dijo que las aportaciones del estudio suponen nueva información para las personas que desean combatir la diabetes.
"Básicamente, el entrenamiento aeróbico y de resistencia ofrecen buenos resultados, pero la combinación de ambos es aún mejor", señaló Cathy Nonas, directora de actividad física y nutrición del Departamento de salud e higiene mental de la ciudad de Nueva York, dietista registrada y educadora acreditada en diabetes.
Sin embargo, apuntó que las personas sedentarias necesitan a menudo tomarse las cosas con calma cuando comienzan a hacer ejercicio para mantener el programa de acondicionamiento físico con el tiempo.
Los participantes del estudio fueron aumentando sus sesiones de acondicionamiento físico hasta llegar a 45 minutos, anotó Nonas, y el grupo de la combinación terminó haciendo unas 4.5 horas de ejercicio a la semana, una cantidad que algunos podrían calificar como desalentadora.
"Nunca hablaría de 4.5 horas a la semana con alguien que no se ejercita en lo absoluto", dijo Nonas. En lugar de eso, Nonas fomenta dedicar cualquier tiempo a la actividad física para empezar. "Cualquier tiempo que se haga será bueno", apuntó. Entonces, anima a la gente a aumentar poco a poco el tiempo de ejercicio.
"Creo que el estudio es muy estimulante", agregó. "Plantea que cualquier ejercicio que se haga tendrá un efecto, y mientras más ejercicio se haga, mejor será el efecto".