Un grupo de voluntarios con exceso de peso que hizo ejercicio aeróbico durante tres meses experimentó una disminución de la grasa corporal y de la ingesta de calorías vinculada a una reducción del apetito, según un estudio presentado el domingo pasado.

El equipo evaluó los niveles de la proteína en la sangre antes y después de un programa de ejercicio aeróbico de tres meses en el cual participaron siete hombres y ocho mujeres, con edades de 26 a 51 años, que tenían exceso de peso o eran obesos. Los participantes se ejercitaron en una correa de caminar y en bicicleta. Al comienzo del experimento se les preguntó sobre su ingesta de calorías y se les dijo que continuaran comiendo lo habitual para ellos. Los participantes no sabían que uno de los objetivos del estudio era la evaluación de cambios en la cantidad de comida ingerida. Al término del estudio los sujetos presentaban un índice más bajo de masa corporal, una reducción de la circunferencia de la cintura y de la presión sanguínea, indicó el estudio. Asimismo los participantes dijeron que consumían menos calorías que al comienzo del estudio. A lo largo de los tres meses habían aumentado enormemente los niveles de la proteína BDNF. Cuanto más alta era esta concentración más alta de BDNF más había disminuido la ingesta de calorías y mayor era la pérdida de peso, dijo Araya. De esta manera los investigadores llegaron a la conclusión de que es posible que los aumentos de BDNF contribuyan a suprimir el apetito, indicó Araya.
extraído de Terra
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