Según los investigadores, los ataques también son menos graves entre las personas activas
Un estudio danés reciente halla que recuperarse de un accidente cerebrovascular es más fácil si usted es físicamente activo antes del ataque.
Los investigadores hallaron que esos pacientes tenían accidentes cerebrovasculares menos graves y más probabilidades de recuperación a largo plazo.
"Mantenerse en forma aumentará sus probabilidades de vivir sin accidentes cerebrovasculares", señaló el Dr. Lars-Henrik Krarup, investigador líder del Hospital universitario Bispebjerg de Copenhague. "Sin embargo, si usted sufre de un accidente cerebrovascular, la probabilidad es de que sea menos grave y que la recuperación sea mejor".
"Los hallazgos podrían tener implicaciones para campañas de prevención futuras, pues a la gente se le puede informar sobre los efectos beneficiosos de la actividad física, aún si sufre un accidente cerebrovascular", aseguró Krarup.
Para el estudio, el equipo de Krarup analizó los registros médicos de 265 personas que habían sufrido un accidente cerebrovascular. Estas personas podían caminar sin ayuda, según el informe de la edición del 21 de octubre de la revista Neurology.
Los investigadores entrevistaron a cada persona acerca de sus hábitos semanales de ejercicio antes del accidente cerebrovascular. El grupo de Krarup halló que el 25 por ciento superior de la gente que más ejercicio hacía tenía dos y media veces más probabilidades de un accidente cerebrovascular menos grave en comparación con la gente que hacía la menor cantidad de ejercicio. Además, la gente que hacía más ejercicio tenía más probabilidades de recuperación a largo plazo.
El Dr. Norman M. Kaplan, profesor clínico de la división de hipertensión del Centro médico Southwestern de la Universidad de Texas en Dallas, considera que el ejercicio es un componente importante de reducir la cantidad y la gravedad de los accidentes cerebrovasculares.
"Se ha comprobado repetidamente que la actividad física habitual tiene diversos beneficios cardiovasculares que podrían reducir tanto la frecuencia como la gravedad de los accidentes cerebrovasculares", aseguró Kaplan. "Entre ellas se encuentran reducir la presión arterial, la mejora de la función vascular endotelial y la prevención de la obesidad".
"Este artículo ofrece buena evidencia sobre estos beneficios y debería estimular aún más a toda la gente a hacer ejercicio para reducir las probabilidades de accidente cerebrovasculares", agregó Kaplan.
El Dr. Larry B. Goldstein, director del Centro del accidente cerebrovascular de la Universidad de Duke, aseguró que llevar un estilo de vida saludable realmente puede reducir significativamente el riesgo de accidente cerebrovascular.
"La importancia de hacer ejercicio regular hace parte de la prevención primaria del accidente cerebrovascular", aseguró Goldstein. Entre los demás factores se encuentran una dieta saludable, mantener el cuerpo delgado, no fumar y restringir el consumo de alcohol, dijo.
"La gente que sigue todos estos hábitos saludables de estilo de vida tienen una reducción de cerca de ochenta por ciento en el riesgo de accidente cerebrovascular", aseguró Goldstein. "Nada de lo que hacemos se relaciona médicamente con una reducción de ochenta por ciento en el riesgo de accidente cerebrovascular".
Un estudio reciente halló que entre la gente que tiene presión arterial alta, el ejercicio podría ser el cambio más importante en el estilo de vida que podrían hacer.
Aunque el ejercicio es importante, las dos terceras partes de los médicos no sacan tiempo para informar a sus pacientes de presión arterial alta sobre la importancia del ejercicio y la actividad física, según hallaron los investigadores de la Universidad de Wisconsin.
Los investigadores hallaron que esos pacientes tenían accidentes cerebrovasculares menos graves y más probabilidades de recuperación a largo plazo.
"Mantenerse en forma aumentará sus probabilidades de vivir sin accidentes cerebrovasculares", señaló el Dr. Lars-Henrik Krarup, investigador líder del Hospital universitario Bispebjerg de Copenhague. "Sin embargo, si usted sufre de un accidente cerebrovascular, la probabilidad es de que sea menos grave y que la recuperación sea mejor".
"Los hallazgos podrían tener implicaciones para campañas de prevención futuras, pues a la gente se le puede informar sobre los efectos beneficiosos de la actividad física, aún si sufre un accidente cerebrovascular", aseguró Krarup.
Para el estudio, el equipo de Krarup analizó los registros médicos de 265 personas que habían sufrido un accidente cerebrovascular. Estas personas podían caminar sin ayuda, según el informe de la edición del 21 de octubre de la revista Neurology.
Los investigadores entrevistaron a cada persona acerca de sus hábitos semanales de ejercicio antes del accidente cerebrovascular. El grupo de Krarup halló que el 25 por ciento superior de la gente que más ejercicio hacía tenía dos y media veces más probabilidades de un accidente cerebrovascular menos grave en comparación con la gente que hacía la menor cantidad de ejercicio. Además, la gente que hacía más ejercicio tenía más probabilidades de recuperación a largo plazo.
El Dr. Norman M. Kaplan, profesor clínico de la división de hipertensión del Centro médico Southwestern de la Universidad de Texas en Dallas, considera que el ejercicio es un componente importante de reducir la cantidad y la gravedad de los accidentes cerebrovasculares.
"Se ha comprobado repetidamente que la actividad física habitual tiene diversos beneficios cardiovasculares que podrían reducir tanto la frecuencia como la gravedad de los accidentes cerebrovasculares", aseguró Kaplan. "Entre ellas se encuentran reducir la presión arterial, la mejora de la función vascular endotelial y la prevención de la obesidad".
"Este artículo ofrece buena evidencia sobre estos beneficios y debería estimular aún más a toda la gente a hacer ejercicio para reducir las probabilidades de accidente cerebrovasculares", agregó Kaplan.
El Dr. Larry B. Goldstein, director del Centro del accidente cerebrovascular de la Universidad de Duke, aseguró que llevar un estilo de vida saludable realmente puede reducir significativamente el riesgo de accidente cerebrovascular.
"La importancia de hacer ejercicio regular hace parte de la prevención primaria del accidente cerebrovascular", aseguró Goldstein. Entre los demás factores se encuentran una dieta saludable, mantener el cuerpo delgado, no fumar y restringir el consumo de alcohol, dijo.
"La gente que sigue todos estos hábitos saludables de estilo de vida tienen una reducción de cerca de ochenta por ciento en el riesgo de accidente cerebrovascular", aseguró Goldstein. "Nada de lo que hacemos se relaciona médicamente con una reducción de ochenta por ciento en el riesgo de accidente cerebrovascular".
Un estudio reciente halló que entre la gente que tiene presión arterial alta, el ejercicio podría ser el cambio más importante en el estilo de vida que podrían hacer.
Aunque el ejercicio es importante, las dos terceras partes de los médicos no sacan tiempo para informar a sus pacientes de presión arterial alta sobre la importancia del ejercicio y la actividad física, según hallaron los investigadores de la Universidad de Wisconsin.
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