El Ejercicio Físico mejora la recuperación tras un Acccidente Cerebrovascular


Según los investigadores, los ataques también son menos graves entre las personas activas

Un estudio danés reciente halla que recuperarse de un accidente cerebrovascular es más fácil si usted es físicamente activo antes del ataque.

Los investigadores hallaron que esos pacientes tenían accidentes cerebrovasculares menos graves y más probabilidades de recuperación a largo plazo.

"Mantenerse en forma aumentará sus probabilidades de vivir sin accidentes cerebrovasculares", señaló el Dr. Lars-Henrik Krarup, investigador líder del Hospital universitario Bispebjerg de Copenhague. "Sin embargo, si usted sufre de un accidente cerebrovascular, la probabilidad es de que sea menos grave y que la recuperación sea mejor".

"Los hallazgos podrían tener implicaciones para campañas de prevención futuras, pues a la gente se le puede informar sobre los efectos beneficiosos de la actividad física, aún si sufre un accidente cerebrovascular", aseguró Krarup.

Para el estudio, el equipo de Krarup analizó los registros médicos de 265 personas que habían sufrido un accidente cerebrovascular. Estas personas podían caminar sin ayuda, según el informe de la edición del 21 de octubre de la revista Neurology.

Los investigadores entrevistaron a cada persona acerca de sus hábitos semanales de ejercicio antes del accidente cerebrovascular. El grupo de Krarup halló que el 25 por ciento superior de la gente que más ejercicio hacía tenía dos y media veces más probabilidades de un accidente cerebrovascular menos grave en comparación con la gente que hacía la menor cantidad de ejercicio. Además, la gente que hacía más ejercicio tenía más probabilidades de recuperación a largo plazo.

El Dr. Norman M. Kaplan, profesor clínico de la división de hipertensión del Centro médico Southwestern de la Universidad de Texas en Dallas, considera que el ejercicio es un componente importante de reducir la cantidad y la gravedad de los accidentes cerebrovasculares.

"Se ha comprobado repetidamente que la actividad física habitual tiene diversos beneficios cardiovasculares que podrían reducir tanto la frecuencia como la gravedad de los accidentes cerebrovasculares", aseguró Kaplan. "Entre ellas se encuentran reducir la presión arterial, la mejora de la función vascular endotelial y la prevención de la obesidad".

"Este artículo ofrece buena evidencia sobre estos beneficios y debería estimular aún más a toda la gente a hacer ejercicio para reducir las probabilidades de accidente cerebrovasculares", agregó Kaplan.

El Dr. Larry B. Goldstein, director del Centro del accidente cerebrovascular de la Universidad de Duke, aseguró que llevar un estilo de vida saludable realmente puede reducir significativamente el riesgo de accidente cerebrovascular.

"La importancia de hacer ejercicio regular hace parte de la prevención primaria del accidente cerebrovascular", aseguró Goldstein. Entre los demás factores se encuentran una dieta saludable, mantener el cuerpo delgado, no fumar y restringir el consumo de alcohol, dijo.

"La gente que sigue todos estos hábitos saludables de estilo de vida tienen una reducción de cerca de ochenta por ciento en el riesgo de accidente cerebrovascular", aseguró Goldstein. "Nada de lo que hacemos se relaciona médicamente con una reducción de ochenta por ciento en el riesgo de accidente cerebrovascular".

Un estudio reciente halló que entre la gente que tiene presión arterial alta, el ejercicio podría ser el cambio más importante en el estilo de vida que podrían hacer.

Aunque el ejercicio es importante, las dos terceras partes de los médicos no sacan tiempo para informar a sus pacientes de presión arterial alta sobre la importancia del ejercicio y la actividad física, según hallaron los investigadores de la Universidad de Wisconsin.

Especificidad de la Velocidad del Entrenamiento con Sobrecarga: Velocidad Real de Movimiento versus Intención de Movimiento Explosivo.


Por Naoki Kawamori y Robert U. Newton.

Edith Cowan University, Joondalup, Western Australia, Australia.

La especificidad de la velocidad es una consideración importante cuando se diseñan programas para el entrenamiento con sobrecarga. Esto indica que las adaptaciones al entrenamiento (e.g., incremento de la fuerza/potencia) son mayores a la velocidad o casi a la velocidad del entrenamiento (7, 17, 26). Sin embargo, existe una hipótesis conflictiva de que la intención de mover la barra, o el propio cuerpo, o cualquier otro objeto en forma explosiva es más importante que la velocidad real de movimiento para determinar, las respuestas específicas de la velocidad, del sistema neuromuscular al entrenamiento con sobrecarga (1). En otras palabras, es posible mejorar la fuerza a alta velocidad intentando realizar movimientos rápidos contra cargas pesadas, aunque la velocidad real de movimiento sea lenta o incluso cero (isométrica). Dicha sugerencia ha derivado en controversias entre los profesionales del entrenamiento de la fuerza y el acondicionamiento y entre los científicos del deporte. La cuestión es, “¿Qué es más importante para determinar las respuestas específicas de la velocidad en el entrenamiento con sobrecarga: la velocidad real de movimiento o la intención de realizar un movimiento en forma explosiva? La respuesta a esta cuestión dictará la selección apropiada de las cargas de entrenamiento y por lo tanto es de gran interés para los profesionales del entrenamiento de la fuerza y el acondicionamiento. El propósito de este artículo es revisar los hallazgos de las diferentes investigaciones en las que se basa esta controversia y determinar las implicaciones para la apropiada selección de las cargas de entrenamiento para el desarrollo de la fuerza/potencia a alta velocidad.

Especificidad de la Velocidad.

El principio de la especificidad del entrenamiento es una consideración importante cuando se diseñan programas para el entrenamiento de la fuerza. Se sabe bien que los diferentes programas de entrenamiento con sobrecarga provocan diferentes adaptaciones neuromusculares que son específicas del tipo de estímulo aplicado al sistema neuromuscular en términos de acción muscular, patrón de movimiento, magnitud y tasa de producción de fuerza, velocidad de movimiento y rango de movimiento (27, 28). La especificidad de la velocidad es uno de los principios dque indica que las adaptaciones inducidas por el entrenamiento (e.g., incremento de la fuerza/velocidad) se maximizan a la velocidad o casi a la velocidad de entrenamiento (2).

La mayoría de las investigaciones previas acerca de la especificidad de la velocidad se ha llevado a cabo mediante la utilización de dinamómetros isocinéticos tanto para el entrenamiento como para la evaluación (6, 7, 17, 22). Los resultados de dichas investigaciones generalmente concuerdan que el entrenamiento a alta velocidad provoca mayores incrementos en la fuerza/potencia a mayores velocidades de movimiento y que el entrenamiento con movimientos lentos desarrolla la fuerza/potencia a velocidades substancialmente más lentas con pocos efectos sobre la fuerza/potencia a altas velocidades, lo que indica que el entrenamiento isocinético provoca adaptaciones específicas de la velocidad (6, 17, 22). Por otra parte, aparentemente el entrenamiento isocinético también provoca incrementos en la fuerza/potencia por encima y por debajo de la velocidad de entrenamiento, aunque disminuyen a medida que la velocidad de evaluación se desvía de la velocidad de entrenamiento (7, 20, 22).

Debido a que las acciones musculares isocinéticas son consideradas menos específicas que los movimientos deportivos reales, que característicamente implican aceleraciones y desaceleraciones (i.e., cambios en la velocidad), la aplicación práctica de los resultados de las investigaciones en las que se utilizaron entrenamientos isocinéticos son algo cuestionables (9, 19). En términos de validez externa, la carga isoinercial (i.e., masa constante) parece ser más específica de los movimientos deportivos y sería de mayor aplicación (9). En un entrenamiento isoinercial con un movimiento dado, la velocidad real de movimiento es determinada por el impulso aplicado por el sistema músculo-esquelético y por la magnitud de la carga externa, dado que la intención es acelerar la carga con el máximo esfuerzo dinámico (21). Kaneko et al (18), por ejemplo, observaron adaptaciones específicas de la velocidad de movimiento en los flexores del codo con cargas del 0, 30, 60 y 100% de una contracción voluntaria máxima isométrica (MVC), de manera que el entrenamiento con cargas altas (100% de la MVC) mejoró la porción de la fuerza en la cuerva fuerza-velocidad, mientras que el entrenamiento con cargas bajas (0% de la MVC) influenció la porción de la velocidad. Moss et al (23) mostraron respuestas específicas de la velocidad similares para los flexores del codo con cargas isoinerciales de 15, 35 y 90% de una repetición máxima (1RM), excepto que el entrenamiento con cargas pesadas (90% de 1RM) también incremento la producción de potencia con cargas ligeras (e.g., 15% de 1RM). Por el contrario McBride et al (12) y Jones et al (16) reportaron una falta de especificidad aparente de la velocidad, por lo que el pico de velocidad y el pico de potencia se incrementaron en un amplio rango de cargas entrenando con cargas livianas mientras que la fuerza pico se incrementó en un amplio rango de cargas, entrenando con cargas pesadas. Por lo tanto, parece que la teoría clásica de la especificidad de la velocidad, respaldada por los estudios que utilizaron entrenamientos isocinéticos, no siempre es cierta para el entrenamiento isoinercial. Se requieren más estudios para determinar los efectos de los métodos de entrenamiento isoinerciales sobre las adaptaciones específicas de la velocidad y en particular la contribución relativa de las adaptaciones neurales y musculares.

Intento de Movimiento Explosivo.

El concepto de que es más importante intentar realizar el movimiento en forma explosiva que la velocidad real de movimiento se hizo ampliamente conocido entre los profesionales del entrenamiento de la fuerza y el acondicionamiento y entre los científicos del deporte luego de la publicación de un artículo llevado a cabo por Behm y Sale (1), el cual es uno de los artículos de investigación más citados cuando se trata este tema. En este estudio estudiantes de educación física varones y mujeres entrenaron ambas piernas unilateralmente para investigar los efectos de diferentes modos de entrenamiento de la fuerza sobre las respuestas específicas de la velocidad en los músculos dorsiflexores del tobillo. El pie de una pierna fue sujetado para asegurar acciones isométricas, mientras que el pie de la otra pierna fue sujetado a un dispositivo isocinético para realizar acciones musculares concéntricas a 5.23 rad/s. Los sujetos intentaron realizar los movimientos lo más rápidamente posible con ambas piernas de manera que el intento neural de realizar movimientos rápidos fue el mismo con ambas piernas pero las velocidades reales de movimiento difirieron.

Los resultados de este estudio indicaron que tanto la pierna entrenada isométricamente como la pierna entrenada isocinéticamente mostraron similares respuestas específicas a altas velocidades cuando fueron evaluadas a diferentes velocidades angulares (0-5.23 rad/s) en un dinamómetro isocinético. Por lo tanto, el incremento en el torque durante la dorsiflexión del tobillo inducido por el entrenamiento fue mayor a la mayor velocidad de evaluación y progresivamente menor con las menores velocidades de evaluación para ambas piernas. Además, se hallaron adaptaciones al entrenamiento similares en ambas piernas respecto de las características de la curva fuerza-tiempo en contracciones isométricas voluntarias como evocadas. Los autores concluyeron que los principales estímulos respecto de las respuestas específicas de altas velocidades durante el entrenamiento de sobrecarga son la intención de realizar el movimiento de forma explosiva y una alta tasa de desarrollo de la fuerza (RDF), y por lo tanto la carga externa y la velocidad real de movimiento son menos importantes. Estos autores además sugirieron que intentar mover una carga pesada lo más rápidamente posible es el mejor método para mejorar el rendimiento de fuerza a altas velocidades debido a que la utilización de cargas altas permite una mayor producción de fuerza. Dicha sugerencia contrasta con la teoría clásica de la especificidad de la velocidad, la cual indica que es necesario realizar entrenamientos de la fuerza explosiva con cargas ligeras a altas velocidades de movimiento para así mejorar la fuerza/potencia a altas velocidades (14, 18, 27). Dicha contradicción ha creado confusión respecto de que carga de entrenamiento es la mejor para obtener adaptaciones de fuerza/potencia a altas velocidades y para la mejora del rendimiento dinámico. La siguiente sección examina las opiniones, las evidencias científicas y los posibles mecanismos subyacentes que respaldan cada escuela de pensamiento e intentará clarificar la controversia acerca de “velocidad real de movimiento versus intención de movimiento explosivo”.

Qué es Más Importante ¿La Velocidad Real de Movimiento o la Intención de Realizar el Movimiento en Forma Explosiva?

Antes de comparar las dos escuelas de pensamiento, sería apropiado establecer que la intención de mover una carga de forma explosiva es importante sin considerar cual es la carga utilizada para el entrenamiento. Fielding et al (13) compararon dos grupos de entrenamiento, ambos entrenaron al 70% de 1RM, pero uno de los grupos enfatizó la intención de mover la carga de forma explosiva (entrenamiento rápido) mientras que el otro grupo completó las repeticiones de una forma más lenta y controlada (entrenamiento lento). Los investigadores hallaron que el grupo que realizó el entrenamiento rápido incrementó significativamente la potencia muscular en mayor medida que el grupo que realizó el entrenamiento lento, aunque los incrementos en la fuerza máxima fueron similares en ambos grupos. Asimismo, Young y Bilby (30) hallaron una tendencia en el grupo que enfatizó la intención de mover la carga explosivamente (entrenamiento rápido) a alcanzar mayores incrementos en la producción de fuerza rápida (i.e., máxima tasa de desarrollo de la fuerza), en comparación con el grupo control que realizó el entrenamiento con movimientos lentos y controlados (entrenamiento lento). Ambos grupos utilizaron la misma intensidad relativa de entrenamiento (8-12 RM), y por lo tanto la velocidad real de movimiento/potencia de entrenamiento fue mayor en el grupo que entrenó tratando de mover la carga de forma explosiva. Los resultados de estos estudios indican que cuando se utiliza la misma carga relativa de entrenamiento, el entrenamiento realizado con la intención de mover la carga de forma explosiva es superior al entrenamiento con movimientos “lentos” y controlados en términos de desarrollo de la fuerza explosiva y la potencia y la fuerza a altas velocidades. Por lo tanto, la siguiente discusión se enfocará en si la intención de realizar los movimientos en forma explosiva en si mismo es un estímulo suficiente para provocar adaptaciones de fuerza/potencia a altas velocidades o si la velocidad real de movimiento controlada por la carga externa contribuye a que se produzcan adaptaciones neuromusculares.

Durante un programa para el entrenamiento de la fuerza, el estímulo provocado por el entrenamiento dispara ciertas adaptaciones neuromusculares, las cuales se manifiestan posteriormente a través del incremento en la fuerza y la potencia (Figura 1). Bhem y Sale (1) han sugerido que los principales estímulos para provocar adaptaciones específicas de una alta velocidad de movimiento son: (a) el comando motor y las características del patrón de activación de las unidades motoras asociadas con la intención de mover una carga de forma explosiva (b) una alta tasa de desarrollo de la fuerza en la realización de las acciones musculares. Behm y Sale (1) propusieron que si el entrenamiento incluye la intención de mover una carga de forma explosiva, el estimulo es el mismo sin considerar el tipo de movimiento o la velocidad, y esto se debe a que los movimientos balísticos son pre programados por lo que los nuevos comandos motores o la retroalimentación propioceptiva, a partir de los órganos sensoriales, no pueden modificar la descarga de las unidades motoras (2, 11). En base a dicha afirmación y a sus resultados, los cuales mostraron similares respuestas entre la pierna entrenada isométricamente y la pierna entrenada isocinéticamente, Bhem y Sale (1) concluyeron que la velocidad real de movimiento o el acortamiento real del músculo no provee un estímulo crucial para provocar respuestas específicas de altas velocidades en el sistema neuromuscular. Sin embargo, existe evidencia que indica que la velocidad real del movimiento podría influenciar las respuestas específicas de la velocidad durante el entrenamiento de sobrecarga. Por ejemplo, McBride et al (21) investigaron los efectos del entrenamiento con saltos utilizando tanto cargas pesadas (80% de 1RM) como cargas livianas (30% de 1RM), y en ambos casos se intento realizar el movimiento de forma explosiva y hallaron que las respuestas al entrenamiento fueron diferentes entre los grupos. El entrenamiento con cargas ligeras incrementó la velocidad pico, el pico de potencia, y la altura del salto durante un test de salto con una carga ligera (30% de 1RM) mientras que el entrenamiento con altas cargas no produjo estos incrementos. Análogamente Kaneko et al (18) hallaron que el entrenamiento de los flexores del codo con diferentes cargas, tratando en todos los casos de mover la carga de forma explosiva, provocó diferentes adaptaciones neuromusculares similares a las previamente descritas. Debido a que en ambos estudios se enfatizó la intención de realizar los movimientos en forma explosiva sin considerar la carga de entrenamiento utilizada, las diferentes adaptaciones al entrenamiento observadas entre las diferentes condiciones de entrenamiento se debieron a las diferentes cargas de entrenamiento utilizadas y por lo tanto a la velocidad real de entrenamiento. Por lo tanto, los hallazgos de MacBride et al (21) y de Kaneko et al (18) proveen evidencia de que la velocidad real de movimiento durante el entrenamiento de la fuerza podría desempeñar un papel significativo en la determinación de las respuestas específicas a la velocidad. En otras palabras, el entrenamiento con cargas ligeras y con la intención de mover la carga de forma explosiva podría proveer un estímulo diferente de entrenamiento y provocar diferentes adaptaciones respecto del entrenamiento con altas cargas y con la intención de mover la carga de forma explosiva. Sin embargo todavía no queda claro si es el entrenamiento con cargas altas o con cargas ligeras el que proveerá la mayor transferencia al rendimiento deportivo.

La investigación llevada a cabo por Duchateau y Hainaut (12) puede ayudar a aclarar estas aparentes contradicciones. Estos investigadores eliminaron la variable de confusión (inervación neural), y solo consideraron los cambios contráctiles que se produjeron en el músculo. Los sujetos completaron 12 semanas de entrenamiento utilizando o contracciones dinámicas voluntarias con una carga del 30% de la MVC (contracción voluntaria máxima), o contracciones isométricas de los músculos aductores. Ambos grupos fueron evaluados utilizando contracciones estimuladas eléctricamente contra 6 cargas diferentes en el rango del 0 al 100% de la MVC. El grupo que entrenó utilizando movimientos dinámicos, tuvo incrementos en la máxima velocidad contráctil (carga del 0%) mientras que el grupo que entrenó isométricamente no obtuvo esta mejora, sino que en cambio incrementó la velocidad en condiciones de una alta carga mecánica. . Duchateau y Hainaut (12) señalaron que la velocidad de movimiento para cargas pequeñas está esencialmente relacionada con la velocidad de desarrollo de la fuerza mientras que la velocidad con altas cargas está relacionada con la máxima capacidad de ejercer fuerza.


Figura 1. Proceso del entrenamiento de la fuerza y de las adaptaciones al entrenamiento. UM = unidades motoras.

Ambos tipos de entrenamiento mostraron aumentar la potencia muscular con diferentes cargas, pero la potencia pico se incrementó luego del entrenamiento isométrico en mayor medida que luego que luego del entrenamiento dinámico (51 vs 19%). Además, solo el entrenamiento isométrico provocó el cambio de la potencia pico óptima hacia las cargas más pesadas. Ducheteau y Hainaut (12) especularon que el entrenamiento isométrico provocó incrementos en el área de sección cruzada muscular, resultando en un incremento en la fuerza máxima. El entrenamiento dinámico pudo haber provocado el incremento de la actividad de la ATPasa y/o la liberación de calcio desde el retículo sarcoplásmico. Asimismo, la cantidad y/o calidad del retículo sarcoplásmico pude haber mejorado. Si la velocidad real de acortamiento de las fibras musculares o la frecuencia de los impulsos neurales fueron los estímulos para estas adaptaciones en la fuerza a velocidades específicas es algo que continúa siendo una especulación. Claramente tanto las adaptaciones neurales como las musculares contribuyen a los cambios resultantes en la relación fuerza – velocidad – potencia, y los conflictivos resultados de los diferentes estudios pueden reflejar en realidad la experiencia en el entrenamiento. Esto es, en los estudios (e.g., Bhem y sale [1]) en donde se utilizaron sujetos si experiencia en el entrenamiento de la fuerza o se utilizó un músculo que normalmente no se entrena (e.g., los dorsiflexores), las adaptaciones son predominantemente neurales y la velocidad real de movimiento tiene menos consecuencias. Sin embargo, en los estudios que utilizaron músculos entrenados (e.g., McBride et al [21]), la adaptaciones dentro del músculo fueron más importantes como así también los efectos de la velocidad de contracción. Esto es claramente importante para la preparación de atletas.

También existe evidencia que respalda los cambios en la arquitectura muscular como consecuencia del entrenamiento a velocidades específicas (3). En tan poco tiempo como 5 semanas, Blazevich et al (3) demostraron que cuando se utilizaron cargas ligeras para el entrenamiento (e.g., entrenamientos de esprints y saltos con solo el peso corporal como carga), los ángulos de penación se redujeron luego del entrenamiento, lo cual es una adaptación arquitectónica que favorece la velocidad de acortamiento muscular. Sin embargo, en los grupos que completaron el entrenamiento con sobrecarga combinado con entrenamientos de esprints y saltos, el ángulo de penación se incrementó, lo cual es una adaptación arquitectónica que favorece la producción de fuerza, posiblemente a costas de la velocidad de contracción. Interesantemente, todos los participantes fueron instruidos para que trataran de llevar a cabo los movimientos en forma explosiva de manera que los cambios específicos en la arquitectura muscular fueron estimulados por la velocidad real de movimiento utilizada durante el entrenamiento y/o el nivel de tensión desarrollado en los músculos.

Adaptaciones Específicas de la Velocidad y Efecto de Transferencia del Entrenamiento.

Los profesionales del entrenamiento de la fuerza y el acondicionamiento deben interesarse por los efectos que tienen los programas de entrenamiento con sobrecarga sobre el rendimiento deportivo más que por las adaptaciones neuromusculares. Por lo tanto, en esta sección, revisaremos algunos de los estudios que han investigado los efectos del entrenamiento con diversas cargas sobre el rendimiento deportivo.

Wilson et al (29) hallaron que el entrenamiento con saltos desde media sentadilla con una carga aproximada del 30% de una MVC produjo ganancias significativamente mayores en el salto vertical que el entrenamiento de sentadillas con cargas altas (6-10RM). Sin embargo, este hallazgos probablemente estuvo relacionado a que los movimientos balísticos imitan más estrechamente los patrones de fuerza-tiempo y velocidad-tiempo del salto que las sentadillas, en las cuales la fase final del movimiento implica una reducción de la activación muscular, de la fuerza y de la velocidad. Una explicación de este fenómeno fue provista por Newton et al (25). En un intento por comparar movimientos de entrenamiento con características similares pero que se diferenciaban únicamente en la carga utilizada, McBride et al (21) reportaron que el entrenamiento con saltos desde media sentadilla con cargas del 30% de 1RM provocó un incremento en el rendimiento de esprints, mientras que el entrenamiento con saltos desde media sentadilla con cargas del 80% de 1RM redujo significativamente el rendimiento de esprint. Por lo tanto, parece que el entrenamiento con cargas ligeras y con la intención de realizar el movimiento en forma explosiva es más efectivo que el entrenamiento con cargas altas para mejorar el rendimiento en deportes que requieren de movimientos a máxima velocidad. Sin embargo, cuando la práctica de movimientos deportivos se combina con el entrenamiento con sobrecarga, la respuesta al entrenamiento parece algo diferente y los resultados de las investigaciones son inconsistentes.

Bobbert et al (5), sugirieron que el entrenamiento con sobrecarga debería combinarse con la práctica de los movimientos deportivos para obtener todos los beneficios de las adaptaciones neuromusculares inducidas por el entrenamiento. También es más aproximado a la realidad que el entrenamiento con sobrecarga se combine con la práctica de movimientos deportivos. Por lo tanto, los profesionales relacionados con el entrenamiento de la fuerza y el acondicionamiento podrían obtener información más significativa y práctica de aquellas investigaciones en las cuales se incorporaron entrenamientos de la fuerza en combinación con la práctica de movimientos deportivos. Cronin et al (8) compararon los efectos del entrenamiento con sobrecarga para el tren superior con cargas del 80 y 60% de 1RM, y en ambos casos los sujetos intentaron realizar los movimientos en forma explosiva. También se realizaron pases de netball como movimiento deportivo específico dentro de la misma sesión de entrenamiento. Estos investigadores hallaron similares mejoras en la velocidad de lanzamiento en ambos grupos y sugirieron que lo importante es el intento repetido de realizar movimientos explosivos en conjunción con movimientos específicos del deporte, y esto sin considerar la carga externa y la velocidad de movimiento del entrenamiento con sobrecarga. Sin embargo, este hallazgo debería ser tomado con precaución ya que los sujetos no poseían historia previa de entrenamiento con sobrecarga. Blazevich y Jenkins (4) reportaron resultados similares con velocistas júnior de elite quienes tenían experiencia previa en el entrenamiento de la fuerza. Los entrenamientos con cargas del 30-50% de 1RM y con cargas del 70-90% de 1RM, que fueron llevados a cabo con la intención de realizar los movimientos en forma explosiva y que se combinaron con la práctica de carreras de esprint, provocó mejoras significativas pero similares en el rendimiento de esprint. Por el contrario, Delecluse et al (10) hallaron que el entrenamiento de alta velocidad con cargas externas ligeras o sin cargas provocó una mejora significativamente mayor en el rendimiento en una carrera de 100 metros que el entrenamiento de la fuerza con cargas altas, cuando ambos entrenamientos fueron combinados con entrenamientos específicos de esprint. Por lo tanto, parece no haber consenso respecto de si el entrenamiento con cargas altas o con cargas bajas con la intención de realizar los movimientos en forma explosiva y en combinación con el entrenamiento específico del deporte, es más efectivo para mejorar el rendimiento deportivo.

Existe otra implicación posible del entrenamiento llevado a cabo con un rango de cargas es superior al entrenamiento con cargas bajas o altas por sí solo. Newton et al (24) mostraron que el entrenamiento balístico con saltos desde media sentadilla con cargas del 30, 60 y 80% de 1RM, provocó una mejora significativamente mayor en el rendimiento en saltos verticales en jugadores de voleibol de elite que el entrenamiento con sentadillas y prensa de piernas con cargas de 6RM. Los sujetos de ambos grupos también completaron las prácticas de voleibol normales, que implicaron un gran volumen de saltos. Harris et al (15), respaldaron esta idea mostrando la superioridad de una combinación de entrenamiento con cargas altas y bajas que cualquier método de entrenamiento por si solo para mejorar diversos aspectos del rendimiento en jugadores de fútbol americano. Por lo tanto, los atletas se pueden beneficiar en mayor medida con el entrenamiento de la fuerza utilizando un rango de cargas y tratando de realizar los movimientos en forma explosiva y combinando estos entrenamientos con la práctica de los movimientos deportivos.

Conclusión.

En resumen, de lo expuesto podemos concluir que (a) la clásica teoría de la especificidad de la velocidad no necesariamente se aplica al entrenamiento con cargas isoinerciales, (b) tanto la intención de mover una carga de forma explosiva como la velocidad real de movimiento son un estímulo importante y crucial que provocan adaptaciones musculares específicas; y (c) se recomienda que los atletas utilicen un rango de cargas de entrenamiento intentando levantar una carga dada lo más rápido posible, lo cual debe realizarse conjuntamente con la práctica de la técnica deportiva particular de cada deporte, para maximizar de esta forma el efecto de transferencia. También es recomendable utilizar movimientos que maximicen la fase de aceleración a través del rango de movimiento y minimicen la desaceleración. Ejemplos de dichos ejercicios incluyen los ejercicios derivados del levantamiento de pesas (e.g., envión, arranque de potencia, cargadas de potencia), y los ejercicios balísticos explosivos (e.g., saltos, press de banca, lanzamientos)

Fisioterapia-Ejercicios para cervicalgia

Ana María Gómez Vizcaíno.
Fisioterapeuta colegiada (Murcia)

La columna cervical es sin duda el sistema articular más complejo del cuerpo humano. Posee 37 articulaciones distintas cuya función es el sostenimiento de la cabeza, así como garantizar una gran cantidad de movimientos respecto al tronco y destinados a controlar todos los órganos de los sentidos: la vista, el oído, el olfato y el gusto, así como el tacto y la propiocepción.

Se calcula que movemos la cabeza unas 600 veces a la hora, lo que unido a la larga expectativa de vida, el trabajo, la vida sedentaria y la pérdida de masa muscular que la acompaña, son causas implicadas en el origen de problemas degenerativos y de su sintomatología dolorosa.

Según un estudio epidemiológico más del 10% de la población refiere 3 episodios de cervicalgia durante los últimos 3 años. Prevalece en las mujeres sobre los hombres. Solo alrededor del 1% desarrolla manifestaciones neurológicas.

ETIOLOGÍA

Una cervicalgia puede estar determinada por diferentes causas:

  • Procesos inflamatorios: artritis reumatoide o espondilitis anquilosante.
  • Trastornos estáticos congénitos: costilla suplementaria o vértebra supernumeraria o cuneiforme situada hacia D1-D2-D3
  • Alteraciones de la estática adquiridos: cifolordosis o dorso plano.
  • Factores mecánicos: traumatismos directos o indirectos, esfuerzos, movimientos que no se ejecutan con la coordinación precisa, posturas incorrectas.
  • Factores fisiológicos: alteraciones vasculares.
  • Factores psíquicos: hacer una sobrevaloración de este dolor.

TRATAMIENTO FISIOTERAPICO

Como principio de este tratamiento es muy importante señalar que DEBE EVITARSE EN LA MEDIDA DE LO POSIBLE UNA INMOVILIZACIÓN PARCIAL O TOTAL DE LA ZONA LESIONADA.

Según mi experiencia pacientes que han llevado collarín durante un período de al menos 2 semanas durante la fase aguda han tardado más tiempo en recuperar la movilidad cervical ya que éste hacía las veces de sostén y la musculatura había perdido toda su fuerza. Además cuando se lo quitaban decían padecer la sensación de que la cabeza se les iba a caer y de no poder sostenerla, lo que agravaba los síntomas de mareo, vértigo, malestar…

FASE ANALGÉSICA

Aquí prevalecen todas las técnicas destinadas a disminuir el dolor y la inflamación de los tejidos.


FASE DE RECUPERACIÓN DE LA MOVILIDAD

Aquí en esta fase hemos de ser capaces de lograr el mayor movimiento posible de la zona cervical provocando el menor dolor para el paciente. Son las siguientes:

*Movilizaciones pasivas manuales: se realizan de forma muy suave intentando crear confianza en el paciente y su objetivo es aumentar el rango de movilidad articular, mediante el estiramiento de la musculatura y estructuras periarticulares, contracturadas o retraídas, acompañado de una ligera tracción simultánea de manera manual

Estos ejercicios deben realizarse evitando compensaciones y falsos movimientos que provoquen compresiones dolorosas.

*Movilizaciones activo-asistidas manuales: igual que en el apartado anterior pero aquí se le indica al paciente que nos ayude en el sentido del movimiento que vamos a realizar, es decir, que realice pequeñas contracciones y siempre intentando provocar la mínima sensación de dolor.

*Técnicas de estiramiento: son movilizaciones o ejercicios físicos que propician la elongación del complejo miofascial. Los objetivos consisten en alargar los músculos y fascias y de esta forma permitir un mayor rango de movimientos de la zona cervical. Aquí debemos insistir sobre todo en el estiramiento del músculo trapecio causante de la mayoría de restricciones de la movilidad cervical. Se realizan en decúbito supino para evitar compensaciones con las zonas de alrededor. En la ilustración expongo los más importantes.

*Técnicas de fortalecimiento: el tipo de técnicas de trabajo muscular que se utilizan son ejercicios isométricos en los cuales no se produce ninguna modificación del ángulo de movimiento empleando resistencia manual o theraband. También existe la variedad con una pelota como se puede ver en las siguientes fotografías. Se realizan tanto en la posición supina como en sedestación y la intensidad, la frecuencia y la resistencia respetarán siempre el umbral del dolor.

PROPIOCEPCIÓN Y CERVICALGIA

En esta fase el fisio hace un ejercicio con el paciente de forma que la atención de éste y por tanto su control voluntario sea fijado en una dificultad que no es el verdadero objetivo de la maniobra. De esta forma con el mismo ejercicio el paciente va a hacer en modo casi inconsciente un movimiento que constituye el objetivo que realmente se quiere reprogramar. Hay dos técnicas indicadas:

*Contracciones evocadas a distancia: le provocamos al paciente reacciones de equilibrio estandarizadas. Conociendo la reacción previsible de los segmentos, elegimos la dirección de desequilibrio que corresponde a lo que nos interesa.

*Ejercicios encima de balones de reeducación: según se detallan a continuación.

CONSEJOS SOBRE HIGIENE POSTURAL

Una vez concluido el tratamiento le explicamos al paciente que hay posiciones incorrectas en la vida diaria que debe evitar y aprender a corregirlas.

El ojo tiene una independencia entre 10 y 15 grados de desplazamiento lateral. Después de esta amplitud la cabeza se reposiciona.
Entonces si queremos facilitar la movilidad en rotación de un cervicálgico, tendremos que organizar sus espacios de lectura en sectores de menos de 10 grados a partir de la referencia de su nariz en posición de confort de la cabeza.

La distancia de confort del ojo es de 30 centímetros. Entonces la distancia óptima del plano de lectura tendrá que ser de 30 cm. a partir de la cabeza en posición de confort.

Además también les damos recomendaciones sobre las posturas de descanso y de trabajo correcto, adaptación del mobiliario usual y consejos sobre calzado. Como por ejemplo:

Existen más técnicas en el tratamiento de la cervicalgia. Yo he querido exponer las que utilizamos en el Servicio de Rehabilitación donde trabajo y cuyos resultados son beneficiosos.

AGRADECIMIENTOS

Quiero agradecer la colaboración de Juanabel que ha prestado su imagen como paciente esperando que esas ilustraciones ayuden a comprender mejor lo que quiero exponer.

También tengo que dar las gracias al Hospital Perpetuo Socorro por prestar sus instalaciones que es donde están tomadas las fotografías.

BIBLIOGRAFIA

1.- Simonnet.J y col. Encyclopedie Medico-Chirurgicale. Ed. Elsevier Sciencie.2006
2.- Xhardez Yves. Vademécum de kinesioterapia y Reeducación Funcional. Ed. El Ateneo.1997
3.- Vázquez Gallego.J y Solana Galdámez.R. Síndrome de Dolor Miofascial y Puntos Gatillo. Liberación Miofascial. Ed. Mandala .2001
4.- IV Jornadas Mediterráneas de Fisioterapia. Cervicalgia y Cervicobraquialgia. Murcia 2003
5.- El web de la espalda. www.espalda.org

Sindrome del Túnel Carpiano

Mónica María López Traslaviña

OBJETIVO GENERAL:

Recuperar la mayor funcionalidad por medio de métodos y técnicas fisioterapéuticas para lograr así una mejor calidad de vida.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

ETAPA PRE-QUIRÚRGICA:

  • Disminuir dolor
  • Disminuir edema
  • Disminuir y/o evitar retracciones
  • Mantener y/o mejorar la amplitud de movimiento articular
  • Aumentar fuerza muscular
  • Educación al paciente en su vida diaria y laboral

ETAPA POST-QUIRÚRGICA:

  • Disminuir dolor
  • Disminuir edema
  • Disminuir y/o evitar adherencias en cicatriz
  • Mantener y/o mejorar la amplitud de movimiento articular
  • Aumentar fuerza muscular
  • Cuidados post quirúrgicos

EVALUACIÓN:

  • Anamnesis
  • Estado de la piel (post-quirúrgico)
  • Estado de la cicatriz y adherencias (post-quirúrgico)
  • Medidas de edema
  • Dolor a la palpación y al movimiento
  • Reflejos osteotendinosos
  • Sensibilidad
  • Amplitud de movilidad articular (goniometría)
  • Retracciones musculares
  • Fuerza muscular
  • Pruebas semiológicas (tínel y phalen –son los más utilizados-)
  • Actividades de la vida diaria
DSC00435.JPG

Prueba de Phalen

PLAN DE TRATAMIENTO:

ETAPA PRE-QUIRÚRGICA:

  • Disminuir dolor: mediante diferentes técnicas para analgesia como son:
  • Paquetes fríos: los cuales se pueden colocar de 5 a 15 minutos
  • Paquetes calientes: de 10 a 20 minutos
  • Contraste: 3 minutos de calor por 1 minuto de frío, alternarlo hasta completar 15 minutos, iniciar con calor y terminar con éste mismo
  • Ultrasonido: puede iniciarse en modalidad pulsátil e ir graduando a continua (si se trabaja con intensidad baja se coloca por mayor tiempo y viceversa; acuérdesen de tener también en cuenta el tamaño del cabezote. Si se coloca frío antes del ultrasonido, éste penetrará más al tejido)
  • Parafina: por inmersión de 5 a 8 capas y luego cubrirlo con bolsa plástica y compresas húmedo calientes
  • Rayos infrarrojos: durante 10 a 15 minutos, distancia no inferior a 50 cms
  • TENS: iniciar en modalidad burst y luego ir progresando a continua

Para tener en cuenta: al colocar las compresas húmedas, lo ideal es no utilizarla sobre la mano como lo indica la figura 1., sino colocar las manos con las palmas hacia abajo sobre el paquete para no ir a producir aumento de presión en dicha zona (observar figura 2.)

DSC00431.JPG

Figura 1.

DSC00429.JPG

Figura 2.

  • Disminuir edema:
  • Se pueden utilizar técnicas de analgesia como son las compresas húmedas, las compresas frías, el contraste (mayor efectividad), mycrodine modalidad continua, frecuencia menor o igual a 20 pulsaciones por minuto –efecto de bombeo-
  • Ejercicios de elevación de miembro superior comprometido acompañado de ejercicios de bombeo en dedos (mantener siempre la muñeca en neutro)
  • Disminuir y/o evitar retracciones:
  • Estiramientos lentos y sostenidos (sostener de 10 a 15 segundos, realizarlos de 5 a 10 veces), sólo de musculatura flexora de dedos y muñeca, aductor del pulgar y pronadores (no realizar estiramientos de extensores ya que la posición de flexión de muñeca y dedos, aumentan la presión en la zona del túnel del carpo y pueden llevar a un mayor compromiso del nervio mediano.
  • Técnica de kabat: contracción – relajación

DSC00436.JPG

No realizar estiramiento de extensores

DSC00437.JPG

Estiramiento de musculatura flexora con antebrazo en supinación

DSC00440.JPG

Estiramiento de flexores con codos estirados y pronación, no apoyar la zona del túnel del carpo

DSC00442.JPG

Estiramiento flexores de muñeca y supinadores de antebrazo

DSC00452.JPG DSC00453.JPG

Estiramiento de flexores con antebrazo en pronación (dedos apuntan hacia adentro)

DSC00454.JPG DSC00455.JPG

Estiramiento de flexores con dedos hacia afuera

DSC00461.JPG

Estiramiento de flexores de muñeca y dedos; iniciar con codo en flexión y avanzar a codo en extensión

DSC00463.JPG

Estiramiento de aductores (sólo realizar en pulgar)

DSC00464.JPGDSC00465.JPG

DSC00466.JPGDSC00467.JPG

DSC00470.JPGDSC00471.JPG

Estiramientos de flexores de dedos, por individual y en conjunto

  • Mantener y/o mejorar la amplitud de movimiento articular:
  • La misma forma de estiramiento lento y sostenidos
  • Ejercicios activos libres, evitando siempre la flexión de muñeca y dedos, principalmente de la muñeca
  • Ejercicios activos asistidos
  • Aumentar fuerza muscular:
  • Cabe anotar que el fortalecimiento se va a realizar para musculatura extensora de muñeca, extensora de dedos, abductora de dedos y pulgar
  • Ejercicios isométricos
  • Ejercicios activos resistidos
  • Mecanoterapia: plastilina (ir aumentando según evaluación muscular la resistencia), digiflex, thera-band, mancuernas (poco peso)
  • Iniciar con ejercicios en cadena cinética cerrada
  • Luego ejercicios en cadena cinética abierta
  • Técnica de kabat dirigidas al agonista como contracciones repetidas, sostén-relajación y movimiento activo

DSC00444.JPGDSC00443.JPG

Fortalecimiento de extensores de muñeca con thera – band

DSC00447.JPG

Activo libre de extensores; iniciar con codo en flexión y progresar hasta la extensión del codo

DSC00456.JPG

Fortalecimiento de extensores y abductores de dedos de mano, noten que la muñeca se encuentra en neutro. No realizar flexión de ésta mientras hagan el ejercicio

DSC00457.JPGDSC00460.JPG

Fortalecimiento de abductores de dedos, mano apoyada por completo

  • Educación al paciente en su vida diaria y laboral:
  • Dar recomendaciones al paciente de acuerdo a sus actividades diarias y laborales
  • Utilizar las palmetas de uso nocturno constantemente, sin que las tengan muy apretadas ya que podría aumentar el dolor
  • Evitar al máximo actividades o esfuerzos con la muñeca en flexión para no ir a aumentar la presión en la zona del túnel del carpo; o actividades que impliquen hacer mucho pinza (digitar, escribir, lavar, manualidades…)
  • En el caso que su empleo tenga algunas de estas actividades, dar recomendaciones de pausas activas como realizar un estiramiento cada hora y en las noches realizar ejercicios de fortalecimiento de extensores de dedos, muñeca y abductores de dedos, seguir con estiramientos y si hay dolor que utilicen el agua caliente o la técnica de contraste.

ETAPA POST-QUIRÚRGICA:

  • Disminuir dolor:
  • Igual que en la etapa pre-quirúrgica
  • Disminuir edema:
  • Igual que en etapa pre-quirúrgica
  • Si el edema es severo se puede realizar masaje depletivo, sin realizar mucha presión sobre la zona del túnel del carpo
  • Disminuir y/o evitar adherencias en cicatriz:
  • Se debe realizar masaje cicatrizal y enseñarle al paciente a realizarlo en su casa, lo ideal es que no se aplique ninguna crema ni ungüento para poder tener “control” de la presión que se le va a ejercer; iniciar con masajes circulares alrededor y sobre la cicatriz (poca presión e ir aumentándola en la medida que se tolere), luego seguir con movimientos en zigzag, alrededor y sobre la cicatriz; después seguir con estiramientos de ésta en sentido vertical y horizontal
  • Realizar aplicación de ultrasonido
  • Parafina por inmersión
  • Mantener y/o mejorar la amplitud de movimiento articular:
  • Igual que en etapa pre-quirúrgica
  • A no ser de que se esté comprometida la flexión, se harán estiramientos de los extensores
  • Aumentar fuerza muscular:
  • Igual que en etapa pre-quirúrgica
  • A no ser de que haya compromiso de flexores y aductores se trabajarán éstos pero en menor intensidad que los otros grupos musculares
  • Cuidados post quirúrgicos:
  • Se dan igual recomendaciones para casa y para el trabajo

NOTA: En ambas etapas cuando se presentan parestesias o el dolor se irradia a hombro o región cervical, se deben realizar estiramientos de musculatura cervical (recuerden que no se debe realizar extensión del cuello)

Aquí algunos de ellos:

estiramientos cuello 001.jpg

Estiramiento de extensores del cuello

estiramientos cuello 002.jpg

Estiramiento de rotadores de cuello

estiramientos cuello 003.jpg

Estiramiento de cuello con rotación e inclinación

estiramientos cuello 004.jpg

Estiramiento de inclinación lateral más miembro superior

estiramientos cuello 005.jpg

Estiramiento de cuello a inclinación lateral

La otra parte del tratamiento consiste en hacer estiramiento del nervio mediano

ESTIRAMIENTO DEL NERVIO MEDIANO:

La técnica incluye 3 sets de 10 repeticiones en cada set; son cuatro fases que se deben de realizar a un paso moderado y sosteniendo 3 segundos en una posición final fija.

Primero se realiza pasivamente, luego se requiere asistencia y por último en algunos movimientos del recorrido se le pide al usuario que lo haga activo.

La técnica puede producir dolor o aumento de los síntomas en las primeras sesiones.

A continuación nombro los componentes de cada una de sus fases.

Fase 1. Abducción gleno-humeral, extensión de muñeca y supinación de antebrazo

DSC00472.JPG

DSC00473.JPG

Fase 2. Rotación externa gleno-humeral

DSC00474.JPG

DSC00475.JPG

Fase 3. Extensión de codo

DSC00476.JPG

DSC00477.JPG

Fase 4. Flexión lateral o inclinación lateral al lado contrario

DSC00478.JPG

DSC00479.JPG

BIBLIOGRAFÍA:

  • Aklain, E. El., O., Peker, O., et al., 2002. Treatment of carpal tunnel síndrome with nerve and tendón gliding exercises. American journal of physical medicine and rehabilitation 8, 108 – 113
  • Artículo de Dimitrios Kostopoulos, 2003. Clinical methods: neural mobilization. Treatment of carpal tunnel síndrome: a review of the non surgical approaches with emphasis in neural mobilization. Journal of bodywork and movement therapies (2004) 8, 2-8
  • S. Brent Brotzman, Kevin E, Wilk, second edition 2003. Clinical Orthoapedic Rehabilitation. Carpal tunnel síndrome. 34 – 39
  • www.sciencedirect.com