Las adaptaciones positivas derivadas del ejercicio físico están ligadas a la intensidad de la actividad, siendo superiores tras el ejercicio de alta intensidad en comparación al ejercicio de baja intensidad.
Dado que el ejercicio de alta intensidad se realiza en niveles por encima del umbral de lactato, este tipo de ejercicio se realiza habitualmente de forma repetida con períodos de recuperación intercalados, lo que supone un modo de entrenamiento interválico.
La mayor parte del lactato es oxidado por los músculos que están trabajando a menor intensidad, por el corazón,... y dado que la redistribución del lactato por el organismo se realiza a través del torrente sanguíneo, la recuperación activa se muestra mucho más efectiva que la recuperación pasiva en la rapidez de eliminación o aclaramiento del lactato.
En la revista Journal of Sports Sciences de Julio de 2010, Menzies y col. publican el artículo titulado Blood lactate clearance during active recovery after an intense running bout dependes on the intensity of the active recovery en el que relacionan la velocidad de aclaramiento de lactato con diferentes niveles de intensidad de ejercicio (referidas al umbral de lactato), con el fin de objetivar las intensidades de ejercicio más efectivas en dicho proceso de aclaramiento y recuperación.