El ejercicio físico contra la anorexia nerviosa en niñas y adolescentes


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El ejercicio físico ayuda a mejorar el tratamiento de la anorexia nerviosa en niñas y adolescentes.
Esta es la premisa de la que parte el proyecto denominado “Polimorfismos genéticos y anorexia nerviosa, aplicaciones de marcadores genéticos a la respuesta a la actividad física”, uno de los nueve trabajos galardonados ayer con las I Ayudas a la Investigación de la Cátedra Real Madrid de la Universidad Europea de Madrid.

El trabajo pretende mostrar cómo el ejercicio físico y la genética son herramientas eficaces para el tratamiento de la anorexia nerviosa en niñas y adolescentes aportando, gracias al deporte reglado, mejoras en la evolución de la patología y de la calidad de vida de las pacientes.

Según explica la investigadora principal del proyecto, Catalina Santiago, profesora adjunta del Departamento de Ciencias Morfológicas, Fisiología y Biomedicina de la Universidad Europea de Madrid, “el objetivo principal del proyecto es doble: por un lado, integrar el ejercicio físico controlado dentro de la práctica clínica en el tratamiento de la anorexia nerviosa y, por otro, profundizar en el conocimiento de los factores genéticos implicados en el desarrollo de esta patología”.

Esta investigadora apunta que el proyecto cuenta con el aval de la experiencia positiva alcanzada en iniciativas similares en otras áreas terapéuticas y con clara aplicación clínica. En concreto, apunta que, gracias a las investigaciones de la Universidad Europea de Madrid en consorcio con el Hospital Niño Jesús, se están demostrando los efectos positivos de la actividad física reglada en niños oncológicos.

Inicialmente, “el nuevo proyecto sobre anorexia nerviosa se va a poner en marcha con un total de 30 niñas y adolescentes tratadas en este mismo hospital, siempre en continuo contacto con los psiquiatras que las están asistiendo”, explica esta experta, al tiempo que añade que, de manera complementaria al tratamiento psiquiátrico, “determinado ejercicio muy pautado puede ayudar a controlar y recuperar la masa corporal de las pacientes”. De hecho, apunta que varios autores han destacado las ventajas del ejercicio aeróbico de manera reglada en estas pacientes y la conocida importancia que tiene la actividad física durante la fase de crecimiento en la acumulación de masa ósea.

Catalina Santiago señala que una segunda parte de la investigación está centrada en analizar qué aporta el factor genético a la posible recuperación de las pacientes con esta patología e incluso qué tipo de ejercicios son más adecuados en cada enferma de acuerdo a su perfil genético para permitir su recuperación lo antes posible. En concreto, el proyecto pretende analizar los polimorfismos genéticos asociados al rendimiento deportivo como la ACNT3 y la ECA y polimorfismos genéticos relacionados con la anorexia nerviosa como el receptor de la serotonina 5HT2A, el factor neurotrópico derivado del cerebro (BDNF), y el de su receptor, el gen NTRK2.

extraído de http://www.pandeblog.es


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